La primera mesa redonda que se celebró en el contexto del #SDsummit giró en torno al mundo agile, su aplicación en las compañías y la evolución de esta metodología. Moderada por Xavier Albaladejo, Agile-Lean Executive Transformation en Voxel, la sesión virtual contó con grandes profesionales en este área como Sandra Sánchez, Product management & Strategy; Ingrid Astiz, Agile Coach | Culture Advocate; y Ángel Medinilla, Agile-Lean Transformation & autor.
Desde el inicio de la sesión, Albaladejo quiso abordar la discusión con una perspectiva ampliada y poniendo el foco en la cultura empresarial. La conversación, fluida y distendida, nos dejó grandes conclusiones para la reflexión.
¿Por qué son necesarias las transformaciones?
«A mí no me llaman para transformar una empresa, me llaman por temas de product management», explicaba Sandra Sánchez. Y es que, aun se observan empresas que tienen muy claros sus objetivos, pero no saben qué herramientas usar. Y empresas que no tienen claro lo que quieren, pero saben que necesitar intervenir en la organización de su empresa.
Por su lado, Ingrid Astiz, que tiene experiencia tanto en empresas argentinas como en empresas españolas, explicó que en Argentina las transformaciones surgían a raíz de la resolución de conflictos. Sin embargo, las empresas en España buscan resolver problemas operativos «pero que realmente son problemas entre personas». En este sentido, Astiz comentó que «lo que me encuentro mucho es la necesidad de trabajar en la autenticidad. Exponer los problemas con autenticidad y coraje. Muchas veces las tensiones están tapadas y se evitan y tenemos que sacarlo a la luz, tener la conversación».
En este sentido, Ángel Medinilla bromeaba diciendo que «las empresas funcionan por casualidad», refiriéndose a que muchas empresas son conscientes de que deben cambiar y transformarse pero siguen funcionando por inercia.
Herramientas y recetas para cambiar la cultura de una organización
Consciente de que es muy difícil hacer una lista de herramientas para cambiar a una organización culturalmente, Albaladejo quiso retar a los ponentes preguntándoles, precisamente, esto.
«Cambiar la cultura son palabras mayores», admitía Sánchez. A lo que Medinilla añadía «el cambio cultural llega al final. Primero haces cambios en las prácticas, en las herramientas, en la estructura. Eso crea una fricción y con esa ficción se acaba llegando a un equilibrio que será el cambio cultural».
Estas son algunas acciones concretas que se pueden tomar, según los expertos de la mesa redonda:
- Permitir el error.
- Generar confianza entre diferentes áreas.
- Tener conversaciones, hablar. Pero hacerlo en espacios de conversación pensados, dirigidos y estructurados.
- Retrospectivas.
- Dar a los equipos problemas para resolver.
- Crear equipos multidisciplinares en torno a la cadena de valor.
«Otro eje de cambio es el liderazgo. Una de las cosas que puede funcionar muy bien es que el Comité Directivo trabaje como un equipo», aportaba Xavier Albaladejo. A lo que Sánchez añadía «El líder se tiene que cansar de dar contexto. Tiene mucha información y debe ser capaz de explicarla para que sea útil».
Agilistas: un poco de humildad
La sesión terminó con una reflexión que compartieron tanto los ponentes como el moderador: no existen culturas buenas y malas. Es necesario ser humildes al entrar en una nueva compañía para ver cómo podemos ayudar realmente a esas personas.
«Mi propósito ahora es que las empresas tomen consciencia de cómo están organizadas. Si les gusta y les funciona cómo lo están haciendo pues perfecto», explicó Medinilla.
Sin duda, una charla distendida e interesante que nos hizo reflexionar sobre la aplicación real del agile, el futuro de esta profesión y las necesidades reales de las compañías.
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