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En el mundo del desarrollo, las discrepancias sobre cómo abordar un proyecto o las discusiones acerca de las diferentes implementaciones técnicas forman parte del día a día en esta línea de trabajo. Pero solo porque las disputas sean comunes, no significa que debamos dejar que se enquisten y crezcan. Así pues, ¿cómo podemos manejar estos conflictos de manera que se promueva el crecimiento y el progreso dentro de un equipo? Aquí es donde entra el concepto de radical candor de Kim Scott y el modelo de Comunicación No Violenta (NVC) de Marshall Rosenberg.

Ambos métodos se centran en crear un ambiente seguro y abierto para la comunicación honesta y directa, promoviendo la comprensión y la empatía entre los miembros del equipo. El concepto de radical candor de Kim Scott fomenta la práctica de dar y recibir feedback sincero, mientras que el modelo NVC hace especial énfasis en comprender y expresar las necesidades de cada uno para facilitar una resolución de conflictos de forma no violenta. Para ello, el modelo NVC se basa en el uso de cuatro pilares (observaciones, sentimientos, necesidades y peticiones) para comunicar de forma estructurada, eficiente y efectiva.

Recientemente, me encontré en una situación dentro de mi equipo, Internal Tools, donde no sabía cuál era la mejor manera de abordar una historia de usuario. Una historia de usuario, dentro del mundo de las metodologías ágiles, es una breve descripción de un desarrollo de software desde la perspectiva de un usuario final. El objetivo es detectar los pasos más importantes y priorizarlos en un formato fácil y comprensible. Las historias de usuario a menudo vienen acompañadas de puntos de historia, que son un valor numérico asignado que indica su complejidad y el esfuerzo requerido para implementarlo. Estos puntos de historia se votan en grupo y, por lo tanto, son un acuerdo de equipo.

El conflicto surgió cuando un par de compañeros que se ofrecieron a echarme una mano decidieron cambiar la tecnología de esa historia de usuario, mientras debatían cómo implementarla, a una nueva y diferente, a pesar de que nadie en el equipo había trabajado con ella en profundidad o la dominaba realmente. Al principio, me sentí emocionada y ligeramente abrumada por el nuevo desafío, pero decidí darle una oportunidad. Sin embargo, después de pasar dos días revisando documentación y haciendo pruebas sin éxito, me empecé a sentir perdida y frustrada. En ese momento supe lo que tenía que hacer, necesitaba abordar la situación con mi equipo.

Fue entonces cuando recordé lo que Xavier Albaladejo, Executive Transformation Coach, nos enseñó en una sesión «All-Hands» sobre radical candor y el modelo NVC y lo utilicé para compartir mis preocupaciones con el resto de mi equipo. Me aseguré de estructurar mi mensaje utilizando las palabras clave «Cuando» para expresar mis observaciones, «Me siento» para mis sentimientos y «Necesito» para pedir la respuesta y acciones que estaba buscando de parte de mi equipo. Este es el mensaje que envié:

 

«¡Hola equipo! Os quiero expresar mis preocupaciones con respecto a esta historia de usuario:

Cuando se cambia la tecnología de una historia de usuario, a una que nadie en el equipo domina, y los puntos de historia no se adaptan.

Me siento perdida y frustrada cuando hago pruebas sola y sin éxito. Además, siento la presión de dar resultados lo antes posible, ya que los puntos de historia no han cambiado.

Necesito hacer una sesión de pairing con otra persona del equipo para hacer pruebas conjuntamente y que se puntúe de nuevo la historia de usuario si finalmente decidimos continuar con la nueva tecnología.»

También decidí añadir una petición final en mi mensaje para establecer qué pasos se podrían tomar para evitar problemas similares en el futuro y mejorar el rendimiento del equipo. Por eso, también decidí incluir:

En el futuro, me gustaría que el cambio de tecnología fuera una decisión del equipo y que se diseñara un plan de acción sobre cómo se va a abordar y ajustemos la puntuación de la historia de usuario acorde. Además, a nivel personal, me gustaría tener historias de usuario complementarias, para ir combinando el aprendizaje de cosas nuevas con añadir valor al equipo, ya que me hace sentir más productiva.»

 

Así pues, al utilizar radical candor de Kim Scott y el modelo NVC, pude abordar mis preocupaciones de manera clara, directa, honesta y con empatía y de forma estructurada. Este enfoque ayudó a abrir un diálogo con mi equipo, y pudimos resolverlo de una forma que benefició a todos. También gracias a ello, pudimos definir a nivel grupal la estrategia para aprender e incorporar la nueva tecnología que propusieron mis compañeros para futuras historias de usuario. 

Ahora, me gustaría escucharte. ¿Cómo abordas los conflictos en tu propio equipo? ¿Quieres compartir algún consejo o técnica que te haya sido útil en el pasado? Comparte tus pensamientos y experiencias en la sección de comentarios.

LinkedIn – www.linkedin.com/in/vilamarta

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